sábado, 21 de noviembre de 2009


Haz que me sobren las ganas, que me muera por comerte la boca, por sorberte hasta las ideas (las que no piensen en mí), como un granizado de limón en pleno agosto, casi acabado, haciendo gritar a la pajita, que se ahoga en el culo del vaso sin nada que beber, que respirar (como cuando tú me miras). Por eso (y por todas las cosas que no te he dicho aún), haz que me sobren las ganas de no acordarme del miedo que enterré por tu sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario